miércoles, 29 de diciembre de 2010

Amor (o algo parecido)

"Te quiero, creo que te quiero... Te amo."

Te deseo, necesito cuidarte, tenerte entre mis brazos y ser el centinela de tu cuello. Prometo no apretarte mucho, ni morderte muy fuerte.

"¡Mírame!, quiero ver tus ojos."

Me estoy volviendo loco y necesito nadar en tus aguas.

"Miénteme, juega conmigo."

En mi cara una sonrisa y como un niño me entretengo con tu cintura.

“Golpéame, sabes que lo merezco.”

Mi inseguridad es el mayor obstáculo, y contigo nada es seguro.

"Bésame, quítame el aliento."

Esa sensual curva de tus labios me hace perder la cordura y encontrar el placer.

“Mátame, sin más.”

Mi corazón es de hielo, y tu calor lo destruirá.

Wolfgang Matheus

viernes, 12 de noviembre de 2010

Introspección

Cierra los ojos y dime que ves,
¿Acaso ese no eres tu?
Vas de un lado a otro, nervioso,
triste y cansado,
sin tener un lugar adonde ir...
¿Que es lo que esperas?
Tu mirada sin vida es penosa
en tu cara se ve tu frustración,
tus dudas y tus preocupaciones.
se nota tu miedo
estas aterrado.
¿A que le temes?
Consumido en la oscuridad,
con la cabeza en las manos,
te lamentas como si no conocieras el amor propio.
¿Crees que alguien se apiadara de ti por eso?
Tu miserable imagen solo causa risa,
y tus lamentos dan a conocer un nuevo nivel de vergüenza.
Solo mírate, cayendo una y otra vez.
Nunca tocaras fondo, solo caerás,
y en aquella perpetua condena vas a morir.
¿Que es lo que harás?

jueves, 7 de octubre de 2010

Deseos, deseos, añoranzas de un futuro. Estos tiempos son tan difíciles, el honor no vale, el verdadero honor. Los primates que aprendieron a traicionar olvidaron lo que era la nobleza, y con ello, la confianza, que es la herramienta clave de mis deseos. Los mayores peligros no están fuera, sino dentro de la sociedad.
He llegado a una época que no va con mis anhelos. Me molesta estar encadenado todo el tiempo, incapaz de hacer lo que quiero....
Yo quiero,
yo quiero,
yo quiero... yo quiero. bueno tampoco es como si supiera que es lo que quiero o que soy yo el que lo quiere. Esta claro que algo quiere, pero lo que se quiere depende de muchas maneras del "algo" que lo quiera y decir que soy yo el que lo hace es decir mucho... tendría que cuestionarme si el "yo" de "yo quiero" es efectivamente el mismo benevolente e ilustre yo de un comienzo. Seguramente el buen Friedrich se ríe burlonamente en este momento de mi.
Distintos deseos, distintas personas y ninguna tiene cabida en este sistema de organización. Quizá si no siguiera las reglas... o si consiguiera un lugar en donde no las haya... un teatro mágico como el del Sr. Haller... no, tampoco quiero tanto arbitrio, los juegos necesitan reglas para ser más divertidos, aunque ante la esclavitud a la que se nos ha sometido, quizá decida formar mias propias.
El Übermensch está aun lejos, y puede que no pase por este pueblo desolado, como también puede que lo estemos sobrestimando, después de todo, el hombre no es un ser muy difícil de superar.

miércoles, 15 de septiembre de 2010


Se te ha hecho tarde y corres hacia tu casa. Las calles vacías y oscuras, seguramente estas asustada, tienes miedo de que te asalten o algo parecido.

No imaginas que te observo desde las sombras, desde aquí puedo oler tu sangre circulando por tus arterias. Espero el momento justo para tenerte en mis garras, mi lengua desea tu piel y mis colmillos tu carne.

Tus pies pueden haberse detenido, pero tu corazón aun late agitado. Una voz de ultratumba ha de preguntarte la hora, pero tú no respondes y continuas caminando cabizbaja. Me molesta tú actitud, aun no te hago nada, además, me gusta ver a mis presas a los ojos. Estoy realmente molesto...

Es el momento, en cuanto mis ojos lo ven llego rápidamente a tu encuentro. Te detienes asustada y me miras horrorizada, tu expresión me hacer sonreír y es entonces cuando logro encontrar tu mirada. Ahora eres mía, no hay nada que puedas hacer, eres de mi propiedad y solo yo decido que hacer contigo. Tu cuerpo está al dente y lo primero que quiero hacer es besarte, besar aquella boca que tanto habrá de gritar.

Un baile estaría bien antes de comer, tu cintura parece apropiada para ello. Saboreo tu cuello y no está mal, me recuerdas a otras tantas que no es preciso mencionar. Tu ropa ya esta echa tiras y tu más calmada, no todo es tan malo para ti, te necesito complacida aunque agitada, unos orgasmos son excelentes para ablandar tu carne.

Maldita sea la hora, me estaba divirtiendo, pero he de verter tu sangre sobre tu cuerpo y lentamente tragar tu aliento y engullir tu alma.

Wolfgang Matheus

domingo, 5 de septiembre de 2010

Su cara no lo mostraba pero él estaba feliz, no entretenido, ni satisfecho, ni orgulloso… simplemente era feliz.

La vida suele ser tan dura, pero este corte de carne está tan delicioso. Hoy soy una persona, solo una persona, humano quizás. No tengo familia, no tengo amigos, ni sueños, ni esperanzas. Este día no hay amargura, no hay decepción, no hay simpatía, ni amor. Las lágrimas están lejos, acompañadas de las risas, matando al placer. ¿Será que estoy contento? ¿Se podrá vivir feliz solo viendo dos colores en el arcoíris?

Wolfgang Matheus

domingo, 22 de agosto de 2010

Un vals con la muerte

Esa mirada maliciosa,
aquella sonrisa en sus labios,
sus pies deslizándoce al ritmo de la música,
y mis manos en su delicada cintura.
Me encanta cuando susurra al oído y ríe.
Su pelo que se confunde a ratos con ese perfecto vestido negro,
su elegante movimiento.
Se le ve tan alegre,
solo existe para esto.
Como una navaja sus blancas manos cortan mi cuerpo,
me habla del arriba y abajo, pero no entiendo mucho,
yo quiero bailar,
que el vals no termine.
Con más energía la llevo de un lado a otro...
y ella ríe,
solo ríe ,
y baila
y es hermosa,
es perfecta.
Nos detenemos,
una copa de vino
y continuamos,
esta vez descalzos,
descalzos bailando sobre el agua de rubí,
el salón ya en silencio,
pero nuestros pies aun se mueven,
sus alas aparecen,
con una traviesa mirada,
su venenoso aliento detiene mis pies.
Que frió,
que cansancio,
que belleza,
que dulzura.
Wolfgang Matheus

domingo, 4 de julio de 2010

Estoy... vacío
no los encuentro
ningún estimulo sirve
ningún libro,
ninguna cinematografía,
ninguna canción,
nada... NADA.
donde están
los extraño
necesito de esto.
No hay nada que llene mi corazón,
ni nada que alimente mi alma.
Mis ojos miran simplemente,
mi mis oídos escuchan,
y mi boca... come.
Estoy anclado y he perdido fuerza,
aborrezco mi estado, mi especie...
Soy superfluo, soy inmaduro, tonto y engreído.
Soy una aberración de mi ser y estoy decepcionado.
Mi corazón esta roto,
nunca me había sentido tan lejos de la verdad.
No soportare estar mucho mas así.
una oportunidad... solo una oportunidad,
sino recurriré a algo desesperado.
Saldré de caza,
mis colmillos se llenaran de sangre,
solo tú estas disponible y ansioso de tener el control.
esperemos pues... ya veremos que es lo que sigue...

martes, 11 de mayo de 2010

Maldigo, que todo dentro de los siete vértices escuche mi maldición. Muerte es lo que deseo, sediento de sangre y hambriento de llantos. Por sobre todos caminare dando a la luna un espectáculo como el que no ha visto en siglos, ella es sádica, y con una roja sonrisa me alentara para luego dejarme descansar en su cuna con un puñal en la mano. Los arboles gritaran de dolor, intentando correr desesperados, el sol se apagara para evitar la presencia de semejante masacre, los animales, ya acostumbrados, lucharan inútilmente, y los estúpidos, suplicaran patéticos. Nadie me detendrá, pues es mi deber y mi trabajo que con gran vocación cumpliré. Solo por gusto, la esperanza sera lo ultimo que destruiré, ya que sin ella los gritos de dolor son mas suaves.
Es hora de limpiar el lente de los altos, quitar las aberraciones apreciables, aquellas que creen poder leer la mente de lo que esta por sobre su capacidad. Monocromático es mi ser y alado mi espíritu. Maldito estoy, malditos estáis ¿se atreven a saltar? si caéis mas allá de los limites se salvaran, pero nunca tocaran suelo.
Estúpida es vuestra existencia y desgraciada la mía. Inservible y cruel la apuesta de la vida, proyecto que daré fin de la manera mas divertida, como haría cualquiera en mi lugar.

lunes, 19 de abril de 2010

He aquí aquel lobo viejo que nació hace tan poco, satisfecho de su destreza inundada de años de inexperiencia. Sabiendo sin conocer y conociendo sin saber lo que conoce, ignora lo que es la ignorancia pues realmente no sabe nada. Ama a ciegas el amor que siente hacia el odio que no ha visto nunca. Irresponsable, desordenado y vicioso recorre el virtuoso camino que ha tomado, inocente del pecado del bien y condenado para siempre a hacer lo que quiera. Lo puede todo, pero no todo lo quiere y lo que quiere le es imposible. Aquel cuadrúpedo de dos patas llora de la risa y ríe sin lagrimas, triste por no sentir desconsuelo. Su oscuridad brilla en la luz del sol que se apaga. Trae caos para que ponga orden en donde ya no está. No sabe que hacer cuando en realidad sabe que hace mal en negar saberlo. A veces habla mucho presumiendo cosas que lo hacen ver menos valioso, y otras simplemente... calla.

Wolfgang Matheus

lunes, 29 de marzo de 2010

Cacería


Esto es muy bello, hermoso. Es tan difícil encontrar algo así,yo solo iba como todas las mañanas en el metro, pensando que todo era normal, hasta que me encontré con usted, y sus ojos, esos acechantes ojos de asesino. La multitud era grande, pero usted señora mía, aunque sabia camuflarse muy bien, resaltaba entre los corderos. Realmente es buena, su disfraz era casi perfecto, perfecto seria para quien no sabe ver, pero a mi no me engaña. Esa mirada es inconfundible... e intimidarte, infunde terror y anuncia muerte incluso a los de nuestra especie, pero a mi no, no me atemorizas, ni siquiera me incomodas, por el contrario, esos ojos me hacen estar a gusto, me fortalecen y dan confianza, me excitan e incitan a mostrar lo tan salvaje que podemos ser, esos que son tan letales para los demás, a mi me dan calor y emoción, como si estuviéramos del mismo lado, como si fuéramos de la misma jauría, pero usted ha optado otra senda, la cual debo respetar, nuestro territorio es sagrado, y es tabú invadir las tierras de otro. Aun así ha sido un agrado encontrarla hermana mía, somos pocos y es bueno saber que no se esta solo.

Wolfgang Matheus

domingo, 14 de marzo de 2010

estoy aquí

Aquí estoy, sentado frente al ordenador, a media luz tomando una taza de café, escuchando las bondadosas melodías de grandes músicos de hace ya siglos y entregándome al placer de la escritura, si definitivamente esto es satisfacción. Necesitaba algo así, ya era hora de calmar la tempestad, aunque en verdad todo ha sido muy tranquilo, todo simplemente pasa mientras yo miro despreocupado, cuando en realidad estoy perdiendo las cosas más bellas que me rodean, mientras yo río insensible, como si no fuera a mí a quien le ocurre. Tres cosas son las más destacables y deseo comentarlas, por un lado está mi casa, aquella que me vio nacer y crecer, que me ha protegido y cobijado tantas veces, aunque no lleva tanto de construida, se está descascarando y temo que no soporte mucho mas de pie, ese sería un gran problema ya que además de la profunda tristeza, tendría que cargar con la responsabilidad de llevar a los sobrevivientes del derrumbe a un lugar seguro. Por otro lado esta aquel sabio que me ha indicado la senda a seguir, aquel que fue mi maestro y ejemplo, ahora se ha convertido gradualmente en un viejo irritante, lleno de mañas y falto de nobleza. Por último está aquella laguna que a diario visitaba, admirando su belleza, la claridad de sus aguas me dejaba ver incluso la gran profundidad que tenia, dejando ver toda su complejidad y vida, pero últimamente se le ha descuidado, cada vez esta mas turbia y ya no puedo ver el fondo ni los peses que espero sigan con vida, verla si me causa gran decepción, además, ahora que recuerdo, para mas remate mis labios antojan aquellas frutas que probo hace algún tiempo, pero no sé dónde encontrarlas . Aunque todo esto parece muy superficial en realidad es muy importante para mí, y aun así no creo estar sufriendo mucho más que tú, quizás sea porque soy un desalmado, pero no lo creo, despues de todo tengo grandes alegrías, mucho estoy viviendo y mucho he de vivir, de verdad tengo cosas muy valiosas, tanto como lo fueron aquellas que ahora se están opacando. En fin, el piano de Haydn ha callado y mi café se ha enfriado, no me queda más que decir, solo espero que esta nueva estación traiga más cosas buenas de las que ya tenga, creo tener derecho a ser ambicioso.

Wolfgang Matheus

domingo, 14 de febrero de 2010


No quiero decirlo y tú no quieres escucharlo, pero como resistirme al ver esos ojos clavados en los míos pidiendo a gritos que me valla, pero suplicando que me quede y continúe acariciando tu generoso cuerpo. Tus labios tienen un amargo dulzor que me encanta y enloquece. Al respirar siento ese aroma que desde el principio me ha incitado a jugar con tu cuello al vampiro, para luego llegar a tus confortables senos, en donde me detengo para escuchar, oír la placentera música de tu excitado corazón que golpea fuertemente contra tu pecho, intentando escapar de su prisión para juntarse con el mío. Entonces alzo la vista para ver tus titilantes ojos, tu pelo, suelto y desordenado, tu maravillosa desnudez, tu agitado aliento, todo aquello que te hace ver muy sensual, todo me hace desearte más que cualquier otra cosa en el mundo, tal como la primera vez que pasamos por esto, y la segunda, y la tercera, y todas las ocasiones pasadas en que nos prometimos falsamente no volver a hacerlo jamás, pero aquí estamos, una vez más, llevados por fuerzas mas allá de lo que podemos soportar, porque tú eres para mí y yo para ti, nuestros cuerpos fueron hechos para besarse y nuestras almas para unirse. Si estás aquí es porque no has encontrado a nadie que te haga sentir lo que yo, lo mismo que me hace recibirte y buscarte miles de veces. Sé que esto no te gusta, pero no puedo seguir callando, además, tú deseas impacientemente a que te lo diga, y es que… te amo.

Wolfgang Matheus

jueves, 11 de febrero de 2010

Pecado


He pecado padre, he pecado y vengo a pedir misericordia, sé que no pertenezco a la iglesia, pero creo en un dios parecido y admiro profundamente a Jesús, quien supo amar como nadie más lo ha hecho. No lo conozco y no tengo como saber si es un buen hombre, pero aun así confío en usted para confesar mi falta, pues no tengo a nadie más, estoy solo en el rincón más oscuro de mi vida, y aunque mil personas me hablaran no sería capaz de escuchar a ninguna, puesto que mi mente se ha cerrado, creo que es el precio justo que debo pagar. Pero no toda la culpa es mía, es que simplemente no puedo resistir, la tentación fue demasiado para mi, y es que es tan atractivo, estoy seguro que si tuviera oportunidad lo volvería a hacer, el placer que me produce hace que olvide cada uno de mis principios y valores para convertirme en una bestia que espera impaciente llegar al éxtasis de sus sentidos para luego caer preso del arrepentimiento y la culpa. Solo quisiera que hubiera algún método o alguna receta para dejar mi adicción, no, me agradaría mas encontrar alguna manera de que mi droga dejara de ser algo malo, algo… despreciable, pero no, por más que lo intento no puedo dejar de sentir que hago mal, que hago daño, me hago daño. Por favor dígame padre ¿cree que en el frio corazón de piedra de esta iglesia halla perdón para mí?

Wolfgang Matheus

viernes, 5 de febrero de 2010

Palabras superfluas

Es difícil expresarse cuando el corazón grita y llora, complicado escribir cuando mis manos sucumben ante tal sentimiento y doloroso ver tus labios en el papel sin poder besarlos, los mismos que cuando me besan me hacen sentir tanto la armonía del cielo como el calor del infierno.

Eres lo mejor de mí y lo más hermoso, los pétalos de la rosa, la luz de la luna y la alegría… en mi vida. Para mi eres perfecta, un deleite para mis sentidos y una extensión de vida.

Nunca me cansare de usar estas palabras, pues, aunque tus pies ya descansan junto a los míos, aun queda mucho camino, quiero conocer tu corazón, ser capaz de armarlo y desarmarlo a voluntad, limpiar las impurezas e iluminar donde hace tanto ha estado oscuro.

Te amo, lo demás son solo símbolos vacios que solo los besos saben llenar.

Wolfgang Matheus

domingo, 17 de enero de 2010

Cada alma materializa inevitablemente las aspiraciones dadas ocasionales necesidades o satisfacciones oníricas. esta historia tiene una dedicatoria muy especial y es verdaderamente un honor escribir su nombre en las primeras palabras de esta escritura.

“Es increíble que tenga que escribir una carta para expresarme correctamente,

y es que no entiendes, que me duele ver tu dolor.

Ese frio infierno en que estás viviendo, lo quiero decorar.

Ven conmigo, supera todo y se feliz, se libre.

No es necesario escapar,

puedes, simplemente, estar dando un paso adelante.

El tiempo es inclemente,

aunque pareciera que se detiene avanza más rápido que nunca,

un día despertaras y te darás cuenta que los años han pasado,

y que has dedicado tu juventud a un sufrimiento innecesario.

Pero esto no tiene que ser así,

podrías hacer de tu vida una hermosa obra de arte,

manifestando en cada detalle toda la pasión y sublime armonía de tu alma,

liberando tu forma más pura y experimentando tus más grandes deseos.

Puedo mostrarte un camino en que no tendrás oportunidad de mirar atrás.

Vengare la muerte de tu inocencia y compensare con nuevas emociones tu angustia.

Yo, al igual que tú, he perdido todo… todo menos tú… y no me quiero hundir en las tinieblas,

por eso te pido que flotemos, encontremos la felicidad,

y cuando llegue el momento, descansemos eternamente satisfechos de lo vivido.

Acompáñame, dejemos todo atrás,

encontremos nuestro lugar

y gocemos de lo más dulce de la vida.

Por favor, no me dejes, te necesito a mi lado.

Te Amo”

Amo esta carta y todas las emociones que causó en mí, mientras la escribía sentí una armonía y una serenidad inimaginable, las palabras se escurrían de mis dedos para plasmarse en el papel de una manera tan segura y reconfortante que nunca he podido olvidar el preciso momento en el que escribí cada una de ellas. Luego, vino mi inquietud antes de entregarla, en mi mente habían mil pensamiento y la gran mayoría eran de arrepentimiento y, como si fuera poco, mi cuerpo reflejaba fuertemente todo mi nerviosismo. Después la resignación y satisfacción se apoderaron de mí al besar su frente luego que la tuviera en sus manos. Ansiedad creo que es la sensación que sentí los primeros días sin una respuesta, irritación e impotencia despues de dos meses sin saber nada de ella, angustia y tristeza despues del tercero y, finalmente, una infinita felicidad cuando, al cabo de cinco meses, volví a verla más resplandeciente y hermosa que nunca. Jamás olvidare las palabras que pronunció intentando inútilmente contener sus lagrimas– Tonto, que palabras más estúpidas – luego se acercó lentamente, me besó y preguntó - ¿Dónde planeas que se encuentre nuestro nuevo hogar?- y fue en ese momento cuando supe que mi vida se transformaría en un sueño del que no querría despertar jamás.

Poco tiempo después tomamos lo más necesario y nos dirigimos hacia el sur. Prometimos dejar atrás el pasado, buscaríamos una nueva vida y desde ahora seriamos conocidos como Stephen y Sofía Lawrence.

Vagamos sin rumbo por mucho tiempo, sufrimos hambre, frío, calor y sueño, caminamos, nos besamos, nos reímos, nos amamos. Pasó alrededor de un año de ilógica travesía cuando nos encontramos con un gentil hombre de oscuras ropas, cabello rojizo y muy alto que se dio a conocer como “Nero” que, muy entusiasmado, decidió acompañarnos en nuestro viaje. Aquel hombre era muy elegante y un verdadero erudito, se manejaba muy bien en las distintas las áreas del conocimiento, nosotros también somos bien entendidos en estas cosas y por lo mismo comenzamos a dedicar todas las tardes a largas conversaciones acerca de música, literatura, avances científicos y hasta política, tema que por lo demás aborrezco con todo mi corazón, pero que Nero y Sofía abordaban con mucha pasión. Pero esto no duró mucho, un día entramos a un hermoso pueblo, bastante poblado y a poca distancia del mar, entonces, Nero nos explico q este era su pueblo natal y nos agradeció el que lo acompañáramos hasta ahí, magnánima fue nuestra sorpresa al escuchar esas palabras, nunca imaginamos que lo que él en realidad tramaba era llegar a su lugar de origen. Seguido de esto y sin dejar que dijéramos cualquier cosa, ofreció dejarnos vivir en una casa de su propiedad con la condición de preocuparnos de cuidarla y mantenerla en buen estado, oferta que inmediatamente aceptamos, ya que despues de todo era lo que estábamos buscando desde el comienzo de nuestro viaje.

No nos fue difícil acomodarnos en nuestra muevo hogar y no tardamos mucho en tomar contacto con la gente del lugar, todos ellos eran muy simpáticos y serviciales. La casa era enorme, tenia antiguos muebles y estaba a unos dos kilómetros de un gran acantilado desde el cual se apreciaba una vista del mar insuperable. Cuando estuvimos ya completamente establecidos dedicamos nuestro tiempo libre pasear por el pueblo y en uno de esos paseos nos encontramos con una joven pareja y su tierno hijo de ocho años de edad. Aquella familia era encantadora y había llegado al pueblo hace unos tres años con el propósito de encontrar un ambiente tranquilo, lejos de las grandes ciudades. Con el tiempo nos empezamos a reunir con frecuencia, el niño, Mateo, era muy tierno y enérgico, yo con su padre siempre terminábamos jugando con él, gracias a él por primera vez consideramos con mi amada Sofía la posibilidad de tener un hijo, pero decidimos posponer el tema ya que ambos, a pesar de prometer enterrar el pasado, sentimos miedo de que la criatura que engendremos sufriera una vida tan tortuosa como la de nosotros, pero bueno, últimamente no ha estado tan mal pero en realidad aun me cuesta ser feliz.

Una tarde Nero llegó de visita, rara vez iba a vernos, pero siempre que aparecía en nuestra puerta nos comentaba lo bien que se veía la casa y nos agradecía que cuidáramos de ella, luego lo invitábamos a pasar y pasábamos el día entero en las entretenidas charlas que solo con él se podían producir acompañados de innumerables tazas de café. Pero esta vez era distinta ya que en ese momento estaban nuestros amigos en casa y su ánimo cambio drásticamente en cuanto los vio, entonces simplemente entro rápidamente sin decir una palabra, ya dentro recuperó su habitual personalidad y saludo con elegancia a todos los presentes, luego todos nos sentamos en los confortables asientos del salón principal y de la nada surgió una interesante platica acerca de la polémica y libidinosa sicología de Freud.

Pasaron las horas y la conversación agonizaba, entonces Nero se levanto bruscamente de su asiento y se acercó hacia mí y me pidió salir a dar un pequeño paseo para tratar algunos temas, lo cual acepte con gusto. Cuando abrimos la puerta se produjo una fuerte corriente de aire seco y caliente, lo cual me hizo decidir dejar en casa mi abrigo, en cambio, Nero simplemente se lo colgó del brazo. Mateo salió entonces y se dispuso a acompañarnos, a ninguno de los dos le molesto el que viniera, así que no se lo impedimos.

Despues de caminar unos minutos, Nero comenzó a hablarme en un tono de ultratumba que jamás había escuchado en él, comenzó diciendo que ya no podíamos seguir viviendo en su casa, luego dijo unas frases en latín que no supe traducir, seguidamente me dijo q no debía preocuparme por nada que él ya tenía todo preparado para nosotros y que confiara en él.

Comenzó a oscurecer y emprendimos nuestro retorno, fue un camino tranquilo y silencioso, hasta que divisamos a lo lejos un gran destello proveniente de nuestro destino, todos corrimos y al llegar quedamos atónitos al descubrir que un iracundo incendio se devoraba la casa, desde adentro se escuchaban unos escalofriantes gritos, el desplome del cuerpo inconsciente de Mateo hizo que lograra salir del fuerte ensimismamiento en el cual había caído y me dispuse a entrar, pero entonces Nero me detuvo y comenzó a decir una y otra vez con una esquizofrénica voz – no debes entrometerte, simplemente disfruta del bello espectáculo que nos brinda el fuego-, los gritos se hicieron más desesperados y estruendosos, esta vez solo reconocí una voz, la de mi adorada Sofía, estaba sufriendo y yo no podía hacer nada. Un tiempo después los gritos se silenciaron y solo se escuchaba el sonido de la madera siendo consumida por las despiadadas llamas, entonces caí de rodillas, llorando con la cabeza entre las manos, hasta q un fuerte golpe me obligo a descansar.

Cuando desperté estaba en el acantilado, era de mañana y escuchaba una voz que se iba aclarando poco a poco, era Nero que me decía -… es fuerte y sano pero aun así se desplomara muy pronto, despues de todo solo tiene ocho años y ya no tiene a nadie que lo ayude, tú al menos eras mayor y tenis a Sofía, pero bueno esto es lo único que encontré en buen estado y me pareció interesante traértelo, nos vemos en las tinieblas- entonces dejo un cuadernillo a mi lado y se fue. En ese momento cerré los ojos y con una gran angustia visualice a mi amada, luego tome el cuadernillo y lo abrí, era un diario de ella, de la que en sus últimos días se hizo llamar Sofía Lawrence, comencé a leerlo, hasta que llegue a ese día, aquel nueve de octubre en que mi escritura pasó a sus manos, entonces vi como estaba copiada, una vez tras otra, cada día de los cinco meces y dos semanas que la esperé, leí todo cada una de las hojas en que estaba escrita mi carta. Es verdad, mis palabras son muy estúpidas y absurdas, no sé cómo pude convencerla con esto. Creo que no tengo nada más que hacer, no tengo nada porque vivir y creo que solo me queda el abrazo consolador de las olas para ser feliz.
Wolfgang Matheus

domingo, 10 de enero de 2010

Rojo Intenso

Abro los ojos y veo el cielo, las nubes se mueven rápido, cambiando su forma, uniéndose, separándose, es muy hermoso y me dará algo en que distraerme. Después de unos minutos quedan en segundo plano dando lugar a pensamientos elaborados y sueños sin sentido. Ya pasando algún tiempo me pongo de pie y me acerco al precipicio a ver el sol, se acerca el ocaso, es una vista hermosa, para qué describirla si se ha hecho tantas veces, solo quien lo haya visto sabe lo hermoso que es. Tengo sueño y mi casa está muy lejos, miro hacia abajo y veo las rocas, esas gigantescas estructuras que soportan fuertemente el reiterado azote del mar, desde aquí se ven pequeñas, aunque confortables y me parecen un buen lugar para dormir. Pero me abstendré de dormir entre ellas para poder hacerlo en mi cama, un lugar aun más frio y doloroso, lejos de algún otro ser viviente que me proporcione el calor que necesito.

No siempre fue así, hubo un tiempo no muy lejano en que yo tenía el calor de la vida a mí alrededor, con una hermosa compañera, quien en no mucho tiempo sería mi esposa, era gentil y una prodigiosa amante. La amaba, la amaba, ¡la amaba!, pero aun así no pude controlarme.

Al ver su sangre correr por su delgado y pálido brazo no pude reaccionar para nada, estuve completamente fuera de mi, solo me podía concentrar en ese delicioso rio rojo que brotaba de su suave mano.

Segundos más tarde, cansada ya de que no respondiera a sus desesperadas peticiones de ayuda, me pasó el cuchillo responsable de tan hermosa fuga y buscó las vendas que volverían a aprisionar parcialmente el exquisito fluido. ¿Cómo iba yo a permitir eso? ¿Cómo podía ella atreverse a detener el proceso que tanto me fascinó? Esto no lo podía permitir, entonces decidí que debía abrir más puertas en su cuerpo para que la sangre fuera libre, me acerqué lentamente hacia ella y abrí su brazo izquierdo, aquel que tantas veces había acariciado mi cuerpo, desde el hombro hasta el codo, gran apertura de donde brotó una considerable cantidad del rojo líquido. Segundos más tarde continué con tres heridas de parecidas proporciones, dos en el estómago y una en su pierna derecha. Ella no hacía nada, solo contemplaba con una horrorizada mirada como yo disfrutaba de mi actividad, entonces solté el cuchillo y comencé a ampliar con mis propias manos los tajos ya hechos, fue entonces, y no antes, cuando ella comenzó gritar, gritos desesperados de dolor y angustia que completaron mi placer y llevaron al éxtasis, realmente fue muy placentero para mi separar la carne del hueso al son de sus gritos, hasta que, al fin, logré arrancar lo que tenía más apegado a su cuerpo, su alma.

Su cuerpo quedo tirado, sin vida, y yo, bañado en mi elixir del placer, la cargué hasta nuestra habitación y la posé en nuestra cama, donde ahora, unas horas después, se encuentra serena, esperándome paciente. Pero yo demoraré en llegar, pues, disipado mi placer, comienzo a pensar en lo que he hecho, la culpa me atormenta y me incita a dormir, en lugar de con mi amada, con las magnánimas rocas al fondo del precipicio.

Pero algo me detiene, un vehículo se estaciona en frente de mi casa, al parecer es una vieja amiga… que mala suerte tiene.

Wolfgang Matheus


viernes, 1 de enero de 2010

Incondicionalidad

Esta muy distinta, antes era tierna, cálida, muy simpática, pero ya no. Yo la amaba, era hermosa y tenía unos ojos verdes espectaculares cuando te miraba tu podías ver su alma a través de ellos. Su pelo, su pelo era largo y sedoso, de un negro intenso. Su piel morena como el café y su cuerpo como el de una bailarina de ballet. Pero no solo era hermosa, su mente era brillante, podías hablar horas con ella, sabia de todo, historia, matemáticas, física, filosofía, química, etc., tema que se ponía en la mesa ella lo comentaba y discutía. Ahora esta callada todo el día, sin pensar en nada, el calor de su cuerpo se ha ido, además esta mas hinchada, su piel pálida y su olor me está comenzando a causar nauseas. Pero no puedo engañarlos, aun la amo y seguiré con ella, en la misma cama, soportando su indiferencia, por el resto de mi vida.

Wolfgang Matheus