jueves, 11 de febrero de 2010

Pecado


He pecado padre, he pecado y vengo a pedir misericordia, sé que no pertenezco a la iglesia, pero creo en un dios parecido y admiro profundamente a Jesús, quien supo amar como nadie más lo ha hecho. No lo conozco y no tengo como saber si es un buen hombre, pero aun así confío en usted para confesar mi falta, pues no tengo a nadie más, estoy solo en el rincón más oscuro de mi vida, y aunque mil personas me hablaran no sería capaz de escuchar a ninguna, puesto que mi mente se ha cerrado, creo que es el precio justo que debo pagar. Pero no toda la culpa es mía, es que simplemente no puedo resistir, la tentación fue demasiado para mi, y es que es tan atractivo, estoy seguro que si tuviera oportunidad lo volvería a hacer, el placer que me produce hace que olvide cada uno de mis principios y valores para convertirme en una bestia que espera impaciente llegar al éxtasis de sus sentidos para luego caer preso del arrepentimiento y la culpa. Solo quisiera que hubiera algún método o alguna receta para dejar mi adicción, no, me agradaría mas encontrar alguna manera de que mi droga dejara de ser algo malo, algo… despreciable, pero no, por más que lo intento no puedo dejar de sentir que hago mal, que hago daño, me hago daño. Por favor dígame padre ¿cree que en el frio corazón de piedra de esta iglesia halla perdón para mí?

Wolfgang Matheus

No hay comentarios: