viernes, 1 de enero de 2010

Incondicionalidad

Esta muy distinta, antes era tierna, cálida, muy simpática, pero ya no. Yo la amaba, era hermosa y tenía unos ojos verdes espectaculares cuando te miraba tu podías ver su alma a través de ellos. Su pelo, su pelo era largo y sedoso, de un negro intenso. Su piel morena como el café y su cuerpo como el de una bailarina de ballet. Pero no solo era hermosa, su mente era brillante, podías hablar horas con ella, sabia de todo, historia, matemáticas, física, filosofía, química, etc., tema que se ponía en la mesa ella lo comentaba y discutía. Ahora esta callada todo el día, sin pensar en nada, el calor de su cuerpo se ha ido, además esta mas hinchada, su piel pálida y su olor me está comenzando a causar nauseas. Pero no puedo engañarlos, aun la amo y seguiré con ella, en la misma cama, soportando su indiferencia, por el resto de mi vida.

Wolfgang Matheus

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