domingo, 5 de septiembre de 2010

Su cara no lo mostraba pero él estaba feliz, no entretenido, ni satisfecho, ni orgulloso… simplemente era feliz.

La vida suele ser tan dura, pero este corte de carne está tan delicioso. Hoy soy una persona, solo una persona, humano quizás. No tengo familia, no tengo amigos, ni sueños, ni esperanzas. Este día no hay amargura, no hay decepción, no hay simpatía, ni amor. Las lágrimas están lejos, acompañadas de las risas, matando al placer. ¿Será que estoy contento? ¿Se podrá vivir feliz solo viendo dos colores en el arcoíris?

Wolfgang Matheus

No hay comentarios: