lunes, 19 de abril de 2010

He aquí aquel lobo viejo que nació hace tan poco, satisfecho de su destreza inundada de años de inexperiencia. Sabiendo sin conocer y conociendo sin saber lo que conoce, ignora lo que es la ignorancia pues realmente no sabe nada. Ama a ciegas el amor que siente hacia el odio que no ha visto nunca. Irresponsable, desordenado y vicioso recorre el virtuoso camino que ha tomado, inocente del pecado del bien y condenado para siempre a hacer lo que quiera. Lo puede todo, pero no todo lo quiere y lo que quiere le es imposible. Aquel cuadrúpedo de dos patas llora de la risa y ríe sin lagrimas, triste por no sentir desconsuelo. Su oscuridad brilla en la luz del sol que se apaga. Trae caos para que ponga orden en donde ya no está. No sabe que hacer cuando en realidad sabe que hace mal en negar saberlo. A veces habla mucho presumiendo cosas que lo hacen ver menos valioso, y otras simplemente... calla.

Wolfgang Matheus